lunes, 25 de febrero de 2013

3.2.- La teoría microbiana de la enfermedad


Es una teoría que propone que los microorganismos son la causa de muchas enfermedades. Aunque fue muy controvertida cuando se propuso, es ahora fundamental en la medicina moderna y la microbiología clínica, conduciendo a innovaciones tan importantes como los antibióticos y las prácticas higiénicas.


3.2.1.- Postulados de Koch


Fueron formulados por Robert Koch, a partir de sus experimentos con el Mycobacterium tuberculosis. Fueron aplicados para establecer la etiología de la tuberculosis, pero ha sido generalizado para el resto de las enfermedades infecciosas con objeto de saber cuál es el agente participante.

1. El agente patógeno debe estar presente en cada caso de la enfermedad en las condiciones apropiadas y ausente en las personas sanas.
2. El agente no debe aparecer en otra enfermedad de manera fortuita o saprofita.
3. El agente debe ser aislado del cuerpo en un cultivo puro a partir de las lesiones de la enfermedad.
4. El agente debe provocar la enfermedad en un animal susceptible al ser inoculado.
5. El agente debe ser aislado de nuevo de las lesiones producidas en los animales de experimentación.

La mayoría de las bacterias que causan enfermedad en el humano se ajustan a los postulados de Koch con algunas excepciones, como el Mycobacterium Leprae que no cumple con el tercer enunciado de Koch.



3.2.2.- Agentes infecciosos: células y virus.



De acuerdo a la estructura de las células, entre las diferentes clases de microorganismos patógenos para el hombre, se encuentra el virus.




















El virus es un agente genético que posee una región central de ácido nucleico, ADN o ARN (genoma) y que está rodeado por una cubierta de proteína o cápside y, en algunos casos, por una envoltura lipoproteica.
Los virus contienen toda la información necesaria para su ciclo reproductor; que solamente puede ocurrir adentro de las células vivas, apoderándose de las enzimas y de la maquinaria biosintética de sus hospedadores.
Los virus difieren entre sí por el tamaño, la forma y la composición química de su genoma.